miércoles, 23 de marzo de 2011

El amor y Elizabeth Taylor: ocho matrimonios y siete esposos

Entre las parejas de la artista están un actor, un productor de Hollywood, un senador y un obrero de construcción
Miércoles 23 de marzo de 2011 - 01:43 pm
elizabeth taylor
La vida de la reina de Hollywood, Elizabeth Taylor, no solo estuvo marcada por el torrente cinematográfico que produjo, sino por su larga lista de romances y matrimonios, muchas veces envueltos en escándalos. Estos fueron:
CON NICKY HILTON (MAYO 1950 – FEBRERO 1951)
De apenas 18 años, Taylor contrajo nupcias con Conrad Nicholas Hilton, heredero de los hoteles Hilton y tío abuelo de Paris Hilton. Eran épocas en que la actriz comenzaba a destacar en sus primeros roles adultos, por ejemplo “El padre de la novia” (1950). La unión duró un año. Ya separados, Liz Taylor acusó al playboy de ser un alcohólico que abusaba física y mentalmente de ella.
CON MICHAEL WILDING (FEBRERO 1952 – ENERO 1957)
En busca de estabilidad emocional, Elizabeth Taylor se casó, un año después del final de su primer matrimonio, con el actor británico Michael Wilding, quien le doblaba la edad. La pareja tuvo dos hijos (Michael Jr y Christopher) en los cinco años de unión. Al parecer, el éxito que estaba alcanzando la actriz y el estancamiento laboral en el que había caído Wilding produjo el quiebre de la relación.
CON MIKE TODD (FEBRERO 1957 – MARZO 1958)
Apenas un mes después de su anterior rompimiento, Liz y el productor hollywoodense Mike Todd se dieron el sí, en medio de una gran polémica por el poco tiempo que había transcurrido desde la separación entre la artista y Michael Wilding. Sin embargo, este enlace, que duró poco menos de un año debido a la sorpresiva muerte de Tood, siempre fue recordado por Liz como su “momento más feliz”.
CON EDDIE FISCHER (MAYO 1959 – MARZO 1964)
La cuarta boda de Liz Taylor llegó para la actriz junto con un gran escándalo. Su nueva pareja, entonces, el cantante Eddier Fischer, había sido esposo de la famosa Debbie Reynolds, gran amiga de Taylor. Fischer se divorció de Reynolds, y esto generó una gran crítica en 1959.
CON RICHARD BURTON (MARZO 1964 – JUNIO 1974 / OCTUBRE 1975 – AGOSTO 1976)
La relación de Liz Taylor y Richard Burton es una de las más emblemáticas historias de Hollywood. Su romance, ambos lo iniciaron luego del rodajes de la película Cleopatra (1963), y a escondidas de sus respectivas parejas (Eddie Fischer y Sybil Williams). Este fue el matrimonio más largo que tuvo Taylor -10 años-, quien en más de un oportunidad declaró amar “locamente” a Burton. A pesar de lo abrupto de su relación y de su divorcio en junio de 1974, sorprendieron al volver a casarse 16 meses después, en una ceremonia secreta en África. Tras ello, el enlace duro poco menos de un año. La ruptura habría tenido en el alcoholismo de Burton a su principal causa. En 1964, la pareja adoptó a quien bautizaron como María Burton.
CON JOHN WARNER (DICIEMBRE DE 1976 – NOVIEMBRE DE 1982)
En 1976 Taylor se casó con el político republicano John Warner. La relación surgió luego de que ambos se frecuentaran en diversos encuentros de carácter diplomático. Ya casados, Liz apoyó a John Warner en su campaña por tentar la senatoría de Virginia, la cual mantiene hasta la fecha. El divorcio se produjo en 1982. Antes de este matrimonio, la actriz estuvo vinculada sentimentalmente con el embajado de Irán en Washington, Ardeshir Zahedi.
CON LARRY FORTENSKY (OCTUBRE 1991 – OCTUBRE DE 1996)
El último esposo de Elizabeth Taylor fue yn obrero de construcción, 20 años menor que ella, con quien se unió en matrimonio dentro del fastuoso rancho de Neverland, propiedad de Michael Jackson. La pareja se conoció en la clínica Ford mientras eran parte de un tratamiento por el alcoholismo.

lunes, 21 de marzo de 2011

Supera la ruptura de tu pareja


Generalmente, las rupturas de pareja conllevan una serie de características muy concretas que se pueden asemejar a la pérdida de un ser querido. Los sentimientos y emociones van a ser muy parecidos, al igual que las circunstancias que la rodearán.

El grado de intensidad con el que se vive una ruptura va a depender del apego y de las circunstancias que la ocasionan.
Probablemente, no se vivirá igual una ruptura inesperada, una de mutuo acuerdo o una prevista desde hace tiempo.
Las personas implicadas en todas ellas se encontrarán en distintos momentos del duelo que deberán realizar para superar la pérdida.

Fases de la ruptura
Primera fase
En los primeros momentos de la ruptura se vivirá en gran medida toda la parte emocional: llanto, pena, preocupación, preguntas sobre el porqué de la situación, rememoración de momentos pasados, culpabilidades, etc.



Segunda fase
Una vez superada esta primera fase, la persona empieza a aceptar lo sucedido y, poco a poco, se va acondicionando a su nueva situación.
Aquí entrarán en escena nuevas preocupaciones, como las pérdidas económicas, materiales, de propiedades, etc., y, por otro lado, toda la parte social que a menudo rodea a las parejas.
Los dos miembros verán reducido su círculo de amistades, ya que gran parte de éste resultaba ideal para una pareja, pero no para una persona sola.

Tercera fase
Ahora llega el momento de la reorganización, en el camino de la recuperación: es la fase del duelo, en la que la persona ya ha aceptado su nueva situación y necesita reorganizar toda su vida para poder seguir adelante.
Aparecerán muchos cambios de actividades, de gastos, de tiempo libre, de amistades. Será un trabajo lento pero seguro y que aportará nuevas ilusiones y objetivos.
Se puede comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba; iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva; organizar la economía familiar, de cuánto disponemos y qué nos podemos permitir...


Ante una ruptura, la familia y los amigos van a ser dos puntos de apoyo muy importantes.

Buscar apoyos externos
Es también el momento de retomar antigüas amistades sin miedo a ser criticados por “interesados”. Muchos de ellos nos agradecerán el nuevo contacto y nos apoyarán. No estará de más pedir perdón si procede.
La familia será un punto de apoyo. No te aisles y acude a fiestas y compromisos familiares. Haz de tu ruptura algo natural y no intentes ocultarte (así, sólo facilitaras las críticas de los demás). Dando la cara, valorarán tu fortaleza.
Elige quién merece la pena y quién no. No te dejes influenciar por comentarios de personas que, a pesar de ser familia, no saben nada de ti.



No te hagas la víctima
Es muy fácil, en esta situación, intentar ir de víctima, ya que te sientes solo y el centro de todas las miradas. Crees que serás criticado y, probablemente, sea así para muchos, pero hacerte la víctima no solucionará tu problema.
Al contrario, lo más probable es que se vuelva en tu contra cuando menos te lo esperes, pues los demás se cansarán de escucharte y de andar a tu alrededor.
Lo que en un primer momento hacen para ayudarte, después será algo obligado y te lo reprocharán. Cuanto antes cambies de actitud, mucho mejor.
Busca soluciones y sé concluyente: te sentirás mejor contigo mismo y no necesitarás el apoyo de otros.

Cambio de rol
En toda esta dinámica será importante, desde el principio, que aprendas a cambiar el rol con el que has convivido durante el tiempo que has tenido pareja.
Todos asumimos en nuestras vidas una serie de roles que desempeñamos y que nos hacen interactuar con el mundo. Sin embargo, estos roles no siempre son permanentes y, a menudo, tenemos que aprender a cambiarlos.
Por ejemplo:


“En un momento, puedo desempeñar el rol de profesor y al mes siguiente, cuando soy despedido, tendré que asumir un nuevo rol, el de obrero, por ejemplo, ya que me han contratado en una fábrica.”

“Otro rol será el de hijo, aunque éste será inamovible a lo largo de toda la vida porque siempre seré el hijo de…”
Cuando nos enfrentamos a una ruptura, hay que cambiar el rol de esposo/a o novio/a por el de soltero, separado, etc. Si no lo hacemos desde un principio, nos resultará muy complicado reiniciar actividades nuevas que tengan que ver con nuestro nuevo rol.
Recuerda que el inicio de dichas nuevas actividades es el camino para la recuperación, y que si no aceptas tu nueva situación, estarás anclado en el pasado y no podrás superar la ruptura.
Esto es normal que te ocurra al principio, pero pasado un tiempo, tienes que cambiar de fase y reorganizarte de nuevo. Pierde el miedo, ya lo has hecho otras veces y fuiste capaz: ¿por qué ahora no vas a poder? Ten confianza en ti mismo.



Iniciar nuevas relaciones
Una vez que concluimos la fase de duelo, estaremos preparados para iniciar una vida nueva con todo lo que ello conlleva.
Aquí cabe la posibilidad de conocer a alguien nuevo que pueda ser una futura pareja. Aparecerán muchos miedos e inseguridades. Ten en cuenta que has vivido la experiencia una vez (o más veces, según el caso) y que en cada ocasión ha sido diferente porque las personas que interactuaban eran distintas.
Esto es lo que te ayudará a convencerte: por muchas rupturas que hayas podido tener, ninguna ha sido igual, con lo que no sabes cómo va a funcionar esta posible nueva relación.

Ve despacio. Acércate poco a poco y ve conociendo a la persona, no te dejes intimidar y ve a tu ritmo. Las aproximaciones cortas y tranquilas te ayudarán a controlar tu miedo y a hacerte a la idea de esta nueva situación. Comprueba en cada cita que todo lo que tú esperabas en negativo no ha ocurrido.

Casi nunca ocurre porque eso que esperamos es fruto de nuestro miedo y, generalmente, suele estar muy exagerado, con lo que rara vez suele acontecer.
Fuente: http://www.mujer.terra.es/

jueves, 17 de marzo de 2011

tiernas postales para mamá

Envía tiernas postales a tu mamá en este día especial y dile cuánto la amas.

¡Feliz día mamá!




miércoles, 16 de marzo de 2011

Por amor, Argentino desafía el terremoto

El osado hombre cruza todo Japón en busca de su esposa y sus dos pequeños hijos. Se calcula que recorrerá unos mil kilómetros.
Miles de personas permanecen incomunicadas en refugios de Japón. (Reuters)
En el momento del devastador sismo que azotó a Japón, Alejandro Della Rosa recibió un mensaje de texto de su esposa. “Es un terremoto tremendo, te amo”. Luego de eso, no tuvo más noticias de ella ni de sus dos pequeños hijos.
Pero no se quedó a esperar. Della Rosa decidió tomar su auto y recorre los mil kilómetros que lo separan del lugar donde su familia reside, muy cerca al epicentro mismo del terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter que ha causado más de un millar de muertos.
“Intenté comunicarme al celular, a mi casa, al trabajo, pero fue imposible”, relató el hombre a una cadena de televisión de su país. Cuando anunció que emprendería su búsqueda, amigos y compañeros de trabajo trataron de disuadirlo, por el peligro que acarreaba.
Sin embargo, no desistió. Y en plena noche, con muchas zonas sin luz eléctrica por los destrozos, comenzó a manejar con rumbo fijo. “Ahora estoy en la ruta. Esto parece una guerra, pero sin enemigo”, explicó.
“Veo fábricas incendiadas, mucho fuego, casas caídas, edificios derribados, autopistas partidas al medio”. Della Rosa, quien radica en Japón desde hace seis años, contó además que su próximo gran problema será volver a abastecerse de gasolina.
Afortunadamente, cuando todavía no llegaba ni a la mitad de su viaje, pudo localizar a su familia telefónicamente, quienes le dijeron que están refugiados en una escuela. Pero lejos de esperar tranquilo, el hombre ha decidido continuar en su camino para reencontrarse con sus seres queridos. Una historia de búsqueda e incertidumbre que seguramente se repite en otras partes de Japón.

martes, 15 de marzo de 2011

Mejores postales para el día de la madre

Engríe a tu madre con una de las mejores postales de la Web. Envíala y dile cuánto la amas.
Las postales puedes obtenerlas totalmente gratis.

lunes, 14 de marzo de 2011

Mejores postales románticas

Envía a tu pareja una romántica postal y conquista su amor. Dile cuánto la amas y lo mucho que significa para ti.

Feliz día del amor.

martes, 8 de marzo de 2011

Cómo recuperar a tu pareja después de una separación

Todos conocemos a parejas que se separan después de un tiempo de convivencia y para las cuales no hay marcha atrás. Los motivos de su ruptura a menudo son muy traumáticos o muy dolorosos para alguno de los miembros o para los dos (infidelidades, engaños, discusiones, maltratos) y los resentimientos impiden que es pareja vuelva a reconciliarse a pesar de que en muchos casos sigue existiendo amor y cariño.

Cuando la pareja empieza a funcionar mal por los motivos que sean no cabe duda de que es responsabilidad de los dos el intentar llevarla por buen camino, sin embargo no siempre es así y muy a menudo es uno de los miembros el que hace de víctima y otro el responsable de todo. Ante estos dos roles es difícil llegar a acuerdos.
El víctima se encargará de buscar aliados en su entorno para que sigan inculcando al otro la responsabilidad y el sentimiento de culpa ante la situación que están viviendo. Cuando una persona va de víctima en la ruptura implica que no va a hacer nada para resolver el problema, con lo cual está muy seguro de que no es culpable y de que quien tiene que cambiar es el otro.
Esta actitud no es más que una forma de eludir un problema que depende de dos personas , porque una pareja son dos. Incluso en los casos en los que está muy claro que el otro ha cometido un error grave (infidelidad, por ejemplo) el afectado también posee algo de responsabilidad puesto que nadie busca a un tercero si las cosas funcionan.
Si no funcionan será por algo y ahí si que tendrá algo de responsabilidad. ¿Porqué me mujer me ha sido infiel? ¿Cómo he colaborado en ello? Rara vez nos hacemos esa pregunta y nos refugiamos en el victimismo para no enfrentarnos a un problema.



La perdida
Una vez llevado a cabo la ruptura aparece el duelo por la pérdida de un ser querido. Cada persona lo valorará de diferente manera: unos rehacen su vida enseguida y otros mantienen un duelo durante meses, incluso años, sin llegar a solucionar el problema.
Superación de la ruptura
En esta fase de superación de la ruptura, aparecen muchos sentimientos conflictivos y contradictorios y es difícil decantarse por una actitud coherente.
A veces nos apetece volver con la pareja y le echamos de menos y otras veces nos da rabia que nos trate mal o nos haya echo lo que sea.
Volver a intentarlo
Cuando superamos esta indecisión, hay personas que deciden volver a intentarlo a pesar de los pesares porque creen que les compensa y que realmente su vida es mucho más satisfactoria con su pareja.
Puede que en los momentos malos, seamos tan extremistas que no seamos capaces de valorar los puntos buenos de nuestra relación y nos dejemos llevar por el negativismo, todo es malo y no vemos más allá. Cuando lo hemos perdido y lo vemos desde fuera , a veces nos damos cuenta de que no era tan malo, y de que esas cosas que nos resultaban insoportables o esos cambios que nos demandaban pueden ser viables y no nos suponen tanto costo.
Sobre todo si tenemos una tendencia ansiosa y obsesiva, podemos caer en el error de centralizarnos en una idea negativa y a partir de ella exagerar una situación con la consiguiente ruptura de la relación.


¿Podrás defender tus intereses sin entrar en ese juego de victimismo y acusación?

Reconciliarte con tu pareja
Una vez superada la fase de duelo, estas preparada para decidir si tu meta es conseguir volver con tu pareja o seguir adelante sola. Si decides lo primero , tendrás que prepararte en algunos aspectos que probablemente se hayan visto mermados debido a la separación traumática que viviste. Necesitarás un tiempo de preparación antes de enfrentarte a tu pareja y proponerle un cambio.
En primer lugar, deberás reforzar la seguridad en ti misma, recuerda que puede que hayas sido tu la responsable de la ruptura, o la que te ha tocado asumir ese rol, con lo cual, los acercamientos hacia tu pareja estarán llenos de recriminaciones, acusaciones, críticas, etc.
Estás preparada emocionalmente para ello? ¿Podrás defender tus intereses sin entrar en ese juego de victimismo y acusación? Emocionalmente tienes que estar muy fuerte, para poder transmitirlo a la otra persona y que confíe en ti.
Si tu decidiste romper, el otro no creerá en tu nueva decisión, te acusará de “veleta” y su primer impulso será la negación.
Prepárate para ello
Necesitas estar preparada para ello, no puedes sufrir un bajón emocional cada vez que tengas un contacto con él. La fórmula será tener preparados algunos truquillos para cuando vayáis a veros:
Repite tu punto de vista una y otra vez
Explícale tu propósito desde un principio pero solo una vez
No te justifiques todo el tiempo, darás muestras de debilidad
Defiende tu postura y ante los ataques elude la conversación, salte por la tangente , habla de otra cosa no le dés juego.
Préstale atención y cariño cuando te trate bien y habléis cordialmente, no lo hagas si te ataca.
Exprésale tus sentimientos en positivo y asume tus errores, se sentirá reconfortado

¿Tienes miedo a estar sola?
Otros de los puntos que debes tener en cuenta son tus necesidades . Tendrás que valorar cual es el motivo que te hace querer volver puede que la necesidad de protección o de cariño te lleve a hacer algo que realmente no tiene razón de ser.
¿Tienes miedo a estar sola? ¿Quieres cubrir un vacío? Si esto es así, recuerda todo lo malo de la relación y comprueba si te merece la pena intentarlo de nuevo solo por miedo. El miedo se supera y podrás aprender a vivir sola. Tu pareja necesitará un tiempo prudencial para que comience a reaccionar. En ese tiempo serás víctima de acusaciones , negativas, momentos buenos y malos. Si estás centrada en tu objetivo global podrás sobrellevarlo mejor.



Dale tiempo
No te focalices en la conversación de ayer que fue tan traumática y acusatoria y valora el progreso que estás realizando en su conjunto. Si te centras en los pequeños detalles tendrás momentos de euforia y de abatimiento. Céntrate en lo general y te mantendrás en un término medio. Tendrás que darle tiempo para que reaccione y es importante que te pongas en su lugar.
Está muy bien defender tus intereses por encima de todo, pero el otro también necesita ser escuchado y valorado, también quiere cubrir sus intereses.
Ten en cuenta que tú tomas la decisión de volver por ti misma y que el otro se encuentra con una decisión que no procede de él. Ponte en su lugar y dale tiempo, no le presiones. Las prisas son malas para todo. Si eres paciente podrás conseguir ser amiga de tu expareja; por supuesto no en los primeros días, cuando estáis más dolidos, pero sí más adelante. Cuando lo hayas conseguido esa amistad puede ser el trampolín para establecer una buena comunicación , hablar de vuestras cosas y poco a poco volver a involucraros el uno con el otro.
Sabes que el resultado no depende solo de ti, así es que necesitarás un tiempo prudencial para cambiar de objetivo si fuera necesario.

Si no lo consigues, cambia de rumbo
Puede ser que tu pareja no tenga tantas ganas de volver contigo, puede ser que su miedo no le deje estar bien a pesar de que os queráis; a veces el amor no es suficiente, puede ser que exista otra persona, etc...
No luches contra viento y marea porque acabarás destrozada emocionalmente y enganchada a una dependencia que no te ayudará a progresar, empieza a reforzar tus puntos fuertes y tu autoestima para poder proponerte un cambio de rumbo.
No puedes estar eternamente enganchada a una persona y a una situación complicada. Date un periodo de tiempo prudencial y si no consigues logros poco a poco tal vez estés equivocada y no haya posibilidad de marcha atrás.
Es el momento de cambiar el rumbo y mirar para otro sitio. No siempre lo que tu quieres es viable y hay que aceptarlo y seguir viviendo.
Otras opciones de vida también pueden ser válidas y gratificantes , no te cierres a nada y sé flexible.


Fuente: http://www.mujer.terra.es/

miércoles, 2 de marzo de 2011

Si vas a romper con tu pareja....


Cuando las parejas rompen no es fácil ni para el que se va ni para el que se queda.

Tanto antes de tomar el paso de separarte como después haber roto con tu relación, debes pensar en lo que te llevó a la separarte de tu pareja. Necesitas tener claro los motivos por los que la relación ha terminado. Es importante que te tomes tu tiempo para ello para pensar en ello, porque no quieres estar dentro un tiempo dudando, desconfiando de tus sentimientos y preguntándote si hiciste bien o mal… Sentirse insegura con una separación es agotador, te lleva a estar comiéndote la cabeza, preguntándote cómo está y con quién está…


Cuando te separas, es para dejar de sufrir, dejar de llorar, y estar tranquila contigo misma, sin importarte lo que hace o deja de hacer tu pareja. La separación debe suponer un alivio, dejar de estar constantemente amargada por a vida que llevabas.

Cuando te encuentras sufriendo en tu relación, cuando se han marchado los colores de la vida, cuando has descubierto que ya no te importa tu pareja, que le has dejado de amar y que no encuentras solución al problema la separación es una opción importante.

No es fácil romper con la pareja, porque seguro que la otra parte no se espera esa nueva vida que quieres volver a comenzar, pero es muy legal que te canses y quieras volver a ser feliz, y si no lo logras en esa relación que tienes no queda más remedio que buscar fuera de ella, que hay algo que la vida siempre da gratis, y es la felicidad.

Para ser feliz muchas veces bastan pequeñas cosas que tenemos a nuestro lado, pero cuando nuestra relación es mala te enfrascas tanto en los problemas de la relación que no eres capaz de darte cuenta de ello, y mucho menos de disfrutar de la vida.

Si estás considerando poner fin a tu relación hay ciertas cosas que deberás tener en cuenta a la hora de decir “Ya no sufriré más por ti, ¡Quiero mi libertad!”

COSAS A TENER EN CUENTA ANTES DE ROMPER CON TU PAREJA
Debes estar muy segura del paso que darás, no hay marcha atrás.
La duda y la desconfianza no son buenos ingredientes para una relación, hay que dejarle ir.
Te llamará, te rogará, te va a prometer que las cosas cambiarán, (tu postura debe estar muy bien definida).
Sólo tú sabes lo que sientes en el corazón y si eres capaz de seguir viviendo en ese mundo de tristezas.
La vida te muestra muchas razones para llorar pero hay más razones para reír y volver a creer en las personas.
Nadie cambia totalmente en esta vida, es nuestra esencia ser como somos.
El amor una vez que se va es muy difícil volver a vivirlo al menos con la misma persona, pues siempre queda la desconfianza.
No es sano vivir la vida con alguien que no nos da nuestro lugar no nos hace felices.
No debes tener miedo a la nueva vida, siempre se puede volver a empezar en forma más sabia.
La felicidad es para todos y nadie te la puede quitar, es muy corta esta vida como para que te la acabe una sola persona.
Y por último, ten la seguridad que sea cual sea tu decisión es sólo tu voluntad, está en ti el escoger lo que te hace bien o te hace mal, así como decidir si poner distancias entre los dos. Y recuerda que es muy fácil volver a caer en sus brazos, y si no te cuidas puedes quedar ahí en sus brazos -con toda tu vida amargada. Sólo tu eliges.

Fuente: http://www.todamujeresbella.com/