Todo el decorado alusivo me fascinaba. Había dedicado horas para que todo luciera genial. La cena fue agradable y divertida, todos la disfrutaron.
Brindamos muchas veces y yo me sentía realmente feliz.
De repente puse música y los invité a bailar. Todos respondieron y empezamos a movernos. Nos sentíamos bien y contentos.
Comenzamos con un disco de “La Mona” y parecía que teníamos 15 años y estábamos viviendo el embrujo de esa noche maravillosa.
El me tomó de la mano y empezamos a girar y girar. Todos compartían el ritmo y nosotros dábamos vueltas y vueltas. De pronto éramos la pareja ideal. Yo jamás había bailado así. Todos un poco cansados se apartaron y fuimos los Reyes de la Noche. Nos aplaudieron y hasta alguien dijo: “son años de ensayo”
Me encantó que me sacara a bailar, fue un regalo maravilloso.
De a poco cada uno regreso a su casa. Nos quedamos solos y sentados uno al lado del otro comentamos lo lindo que todo había salido. Me dijo que le gustaron mis amigos y que yo había estado muy bien por algunas cosas que dije. Era felíz sabiendo que él había sido felíz. La música continuaba y de pronto me tomó de la mano y comenzamos nuevamente a bailar. Ahora estábamos solos y disfrutábamos de mucha Paz. Seguíamos el ritmo pero mas lento y mas tranquilos. Era nuestra Paz. Y yo era felíz de compartirla.
De pronto nuestros cuerpos se acercaron y nos sentimos mas unidos sin dejar de bailar ni perder el ritmo que llevábamos. Sentía su calor y estaba protegida.
Un aire suave entraba por la ventana que estaba abierta de par en par.
Comenzó a besarme despacito sobre mis hombros, dulces suaves , muy pequeñitos. Como a él le gusta. Yo los recibía con emoción y me hacía mucho bien. Continuamos bailando hasta que caímos en un sillón. Entonces me abrazó y sin darnos cuenta estábamos tocándonos. Sentía su pecho y “ mis pelitos” que tanto amo, esos que le cubren el corazón. También recuperé de cerca el olorcito de su cuerpo , ese tan particular que conservo cuidadosamente en mi alma y sólo me pertenece .porque sólo yo puedo sentirlo.
La ventana seguía abierta y estábamos desnudos, frente a frente. Me puso los tacos altos y reanudamos el baile. Sentí mi pudor y corrí las cortinas como queriendo darle privacidad a nuestra noche. Me beso mucho, muchísimo y yo lo recibía complacida recordando aquél día de lluvia en Venecia. Allá me beso mucho, pero en la calle , despacito, seduciéndome y luego cuando llegamos a LA FENICE nos amamos como nunca. Aquí no llovía, ni habíamos caminado juntos , tomados todo el día de la mano. Tampoco estábamos escuchando a Aznavour..........
Era un volver a vivir, era vibrar después de una larga ausencia y saber que mi amor es puro y verdadero. Acompañé cada momento y me entregué en cuerpo y alma. Sin embargo no era la de siempre, la apasionada, la arrebatada, la que buscaba. La que vibraba y disfrutaba diciendo Te Amo, Te Amo, Te Amo
Estaba muda, callada y quieta, disfrutaba de sus besos y sus caricias y embelesada con la sorpresa. Ahora sé que no podía dar toda mi pasión porque no había reaccionado. Fue todo de repente, no me lo esperaba, pero ahora lo estaba sintiendo. El estaba allí, conmigo, entregándose y recibiéndome Y me penetró y fue maravilloso, y lo tuve dentro mío como siempre, como mi corazón lo desea cada día, como mi cuerpo lo necesita, como mi alma lo ama.
Fue la “NOCHE DE BRUJAS”, la que no habíamos podido tener hace dos años, cuando nos sugerimos disfrazarnos para festejar nuestro primer Halloween juntos y en homenaje a nuestro “embrujado amor” a través de }nuestro Cyber-Brujo.
Esta vez nos habíamos disfrazado de EXTRAÑOS y descubrimos que éramos NOSOTOS.
Fui muy felíz, aunque no sé si mi Cyber –Brujo se dio cuenta porque aún no pude mirar sus ojos para contárselo. Estoy esperándolo para decírselo antes de que lea esta historia.
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