miércoles, 9 de febrero de 2011

Planes en San Valentín con niños



Se acerca una fecha inminentemente romántica para todo el mundo: el 14 de febrero, día de San Valentín. ¿Y qué ocurre? Pues que en muchas familias, aunque ya la pareja haya tenido sus hijos, se plantea organizar algo para compartirlo con ellos, disfrutar del día y repartir mucho amor.

Es verdad que se trata del día de los enamorados pero, ¿por qué no transformarlo en una hermosa velada familiar? El amor que cada persona tiene a su familia es totalmente equitativo entre pareja e hijos, así que hay que aprovechar la ocasión para pasarlo muy bien todos juntos.

Fiesta de ilusión

Una opción muy buena sería hacer una fiesta en casa, algo único y diferente. Regalar cosas a los niños, invitarlos a que ellos piensen algo que regalar a sus hermanos y a los padres, dar un paseo para ver qué les gustaría tener y dar a los demás, etc.

Esto fortalecería los lazos familiares y promovería las ideas de solidaridad y confianza entre los pequeños, además de que se divertirían muchísimo.

Se podría decorar la habitación destinada a pasar el día de manera que hubiera globos con forma de corazón, mensajes agradables en las paredes, serpentinas de colores llamativos y demás artilugios que volvieran locos de alegría a los niños en cuanto cruzaran la puerta.

Comida amorosa

Otra posibilidad igual de maravillosa consiste en reservar mesa en un restaurante donde ofrezcan un menú determinado por el día de San Valentín, avisando de que la idea es acudir con los niños.

En muchos sitios contarán con platos especiales para satisfacer a cada miembro de la familia según sus preferencias en uno de los días del año más señalados y provechosos para los comercios de este tipo.

Como se trata de una fecha más extraordinaria, los pequeños estarán la mar de contentos solo por el hecho de poder tomar sus comidas y dulces favoritos, todo ornamentado con mucho rojo. Una tarta de fresas podría ser el postre idóneo.

Extendiendo los lazos familiares

Si resulta que contamos con muchos sobrinitos y demás pequeños a raíz de nuestros hermanos y los de nuestra pareja y otros amigos, ¿por qué no reunirnos todos?

Una bella motivación entre los pequeños se basaría en que escribieran una cartita, o pidieran a sus padres lo que escribir si aún no manejan la escritura, destinada a quien ellos quisieran y mostrando sus sentimientos.

¡Los mayores también deberían hacerlo! Aunque también pueden entregar, por otra parte, a sus parejas una nota más íntima, por supuesto.

Posteriormente, se leerían en voz alta, y seguro que darían lugar a un rato muy emotivo y arrancaría montones de sonrisas. Entonces, se repartirían y abrirían los regalos entre todos los padres, que probablemente también habrían comprado algún detalle a sus niños.

Así, el día de San Valentín, de los enamorados, pasa a convertirse en una increíble y mágica celebración entre padres e hijos, entre las personas que más se quieren en el mundo.

Fuente: http://www.facilisimo.com/



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